En los últimos meses, los precios de la gasolina y el gasóleo en el surtidor han aumentado como consecuencia del incremento de las cotizaciones internaciones del crudo y de los productos refinados, debido a diversos factores (invasión de Ucrania por Rusia o falta de oferta respecto a la demanda).
Ante el encarecimiento de los carburantes, muchos conductores se preguntan ¿se puede ahorrar conduciendo? Y la respuesta es sí. Cómo manejamos el vehículo puede ayudarnos a reducir el gasto de combustible hasta un 15%. La conducción eficiente, además, no solo nos ayuda a ahorrar combustible, sino también emisiones de CO₂.
¿Cómo conducir de forma eficiente?
Si bien es cierto que los vehículos más nuevos consumen aproximadamente un 30% menos que los de hace quince años, esta eficiencia del coche puede potenciarse con una buena conducción.
Estos son los principios básicos para conducir de forma eficiente:
- Mantener una velocidad adecuada y constante, de manera que el consumo se mantenga y los elementos del vehículo (frenos, embrague, caja de cambios…) se vean sometidos a menos desgaste y, por tanto, se generen menos costes en el mantenimiento del mismo.
- Conducir con las ventanillas subidas. Bajarlas implica generar una resistencia al movimiento del vehículo, por ello se recomienda ventilarlo con los dispositivos de aireación.
- Mantener la temperatura entre los 21 y los 22 °C, dado que el aire acondicionado y la calefacción también consumen combustible.
- Evitar llevar carga innecesaria en el vehículo y, en caso de llevarla, distribuirla adecuadamente, ya que si no puede generar inestabilidad y más resistencia al aire.
- Mantener adecuadamente el vehículo, siguiendo las recomendaciones del fabricante. Por ejemplo, la falta de presión en los neumáticos hace que el motor necesita más potencia, dado que ofrece más resistencia a la rodadura. Este mantenimiento es importante, ya que permite detectar posibles averías en el motor que producen aumentos del consumo de combustible y de emisiones.
- No pisar el acelerador cuando se arranca el motor.
- Usar solo la primera velocidad durante los primeros segundos después de arrancar –o los primeros seis metros de recorrido–.
- Circular el mayor tiempo posible en marchas más largas y a bajas revoluciones.
- Evitar frenazos bruscos y tener una circulación fluida, utilizando la inercia del vehículo para mantenerlo en movimiento.
- Guardar la distancia de seguridad, de forma que tengamos más tiempo para reaccionar con antelación ante posibles imprevistos y poder evitar frenazos.
- En caravana, mantener la distancia de seguridad. Hay que evitar acelerar para tener que frenar después.
- Apagar el motor si las paradas superan los 60 segundos y detener el coche desacelerando y frenando suavemente, sin reducir previamente la marcha, siempre y cuando sea posible por velocidad y espacio.
Ventajas de la conducción eficiente
Según el IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, la conducción eficiente puede reducir las emisiones de CO2 y el consumo de combustible un 15%, Además, incorporar los hábitos de conducción eficiente tiene otras ventajas no relacionadas, o no únicamente, con el consumo. Por ejemplo, este modo de conducir reduce los costes de reparación y de mantenimiento del vehículo. Además, mejora la seguridad vial, dado que se trata de un estilo de conducción en el que la previsión y la anticipación tienen un papel central, lo que favorece la disminución de maniobras arriesgadas.
Todo ello se traduce en una conducción más tranquila que evita situaciones de estrés al conductor y pasajeros, así como a otros conductores, disminuyendo simultáneamente el riesgo de accidentes.
Conducir de una manera más segura no solo aporta beneficios económicos, en términos de ahorro de consumo de combustible o de costes de mantenimiento, sino también medioambientales, ya que al reducir el consumo se reducen las emisiones de CO2.
Ya que hablamos de conducción y de seguridad vial, aprovechamos para recordar que el alcohol y la conducción son incompatibles, tal como se señala en la campaña “Conducción Responsable, Cerveza SIN” de Cerveceros de España, junto con el apoyo de la DGT y otras 16 instituciones colaboradoras relevantes del sector, entre las que se encuentra AOP.