El refino y la distribución de productos derivados del petróleo forman un sector industrial de importancia estratégica para la economía española: no sólo proporciona energía en múltiples formas (producción eléctrica, combustibles, calefacción), sino que también es la base para la fabricación de infinidad de productos de nuestra vida cotidiana, desde materiales para la producción de alimentos, la construcción de viviendas, el equipamiento médico o los materiales para la generación de energías renovables.
La industria de refino y la comercialización de los productos petrolíferos no es sólo muy importante en sí misma, sino que tiene un efecto tractor sobre otros sectores de la actividad productiva, multiplicando su impacto positivo en la producción, las inversiones y el empleo.
Si la contribución de las empresas industriales del sector al valor añadido bruto español resulta relevante, aún lo es más desde el punto de vista de la creación de empleo. Y no solo en términos cuantitativos. Además del número de puestos de trabajo generados, se trata de un empleo de calidad y de alta cualificación.